
La meditación Zen es una costumbre budista de la época de la dinastía Tang de la china del siglo VII. Desde que esta práctica comenzó, se esparció hacia Corea, Japón y otros países asiáticos.
El objetivo de esta práctica es espiritual, es ayudar a conseguir una mente más clara y ayudar a controlar nuestros pensamientos. El practicar el estado Zen ayuda a que ocurra un despertar de la mente.
Esta práctica es muy parecida a otros tipos de meditación porque ayuda a las personas de distintas maneras. Es de muy gran ayuda para personas que sufren, sobre todo, de problemas de ansiedad o depresión.
¿De qué manera practicar la meditación Zen?
La meditación Zen o Zazen, se encuentra en el corazón de la práctica budista Zen. Es una práctica muy sencilla y mucho más profunda que se realiza en posturas específicas.

Posición Zen
Existen distintas posturas para realizar la meditación Zen. Una de las maneras más usadas, es la posición de loto o medio loto. Aunque si te falta un poco más flexibilidad, se puede realizar de rodilla o sentado en una silla.
La posición Zazen se puede hacer encima de un zafu: una especia de almohada redonda y gruesa, en posición de loto (Kekkafuza en nipón) o también medio loto (Hankafuza en nipón).
El objetivo de esta almohada es levantar las caderas. Esto obliga a las rodillas a estar derechas y firmes en el suelo. De esta manera, la práctica es mucho más estable y cómoda.
Otra de las cosas que necesitarás es un zabuton: una alfombra rectangular que se pone abajo del zafu, donde puedes descansar las rodillas y piernas.
¿Dónde practicarla?
Antes de iniciar esta práctica debes buscar un lugar en donde exista equilibro: que no sea ni muy tranquilo ni muy ruidoso. Tampoco tiene que estar ni muy iluminada ni muy oscura, así como ni fría ni caliente.
El equilibrio es el secreto de la meditación zen.
Respiración
El tipo de respiración que se aplica en la meditación Zen es lo más importante de esta práctica. Para poder conseguirla, es necesario conseguir la postura correcta. Mientras haces la meditación Zen, la respiración debe ser lenta: debe entrar y salir por la nariz y la boca tiene que estar cerrada siempre.
Puedes practicar ejercicios de meditación en nuestro blog: 10 minutos de meditación mindfulness.